Una treintena de agrupaciones nacionales, provenientes de seis departamentos, conforman el programa.
El Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos” nació para promover en Bolivia y el mundo el legado musical de los misioneros jesuitas. Desde su lanzamiento en 1996, orquestas y coros nacionales y de diversos países han deleitado al público con las partituras encontradas durante la restauración de los templos misionales, en la segunda mitad del siglo pasado.
En la decimotercera versión, una treintena de agrupaciones musicales bolivianas, provenientes de seis departamentos, participarán del festival más grande y antiguo en su género.
Así veremos, por ejemplo, a la Orquesta Municipal San José Patriarca, de San José, a la Orquesta Filarmónica de Tarija, a la Orquesta de Cámara de la Filarmónica de Oruro, a la Orquesta de Cuerdas Municipal de Ascensión de Guarayos y a la Orquesta de Cuerdas Santa Ana de Velasco, entre otras.
Sonia Cayoja, representante de la Orquesta Filarmónica de Oruro, indica: “El festival es una vitrina para hacernos conocer, para integrarnos con otras orquestas y para conocer la cultura de los pueblitos de Santa Cruz. Para todos los que hacen música, es muy importante porque pueden compartir sus conocimientos con personas que comparten el mismo interés”. El grupo de 15 músicos está dirigido por Vito Chambi y tiene previstas tres presentaciones: en Santiago de Chiquitos, Roboré y Cotoca.
Para el director de la Orquesta de Cuerdas Santa Ana de Velasco, José Alejandro Paticú, a través de este encuentro sus músicos pueden mostrar el nivel de la orquesta, la destreza y habilidad de cada integrante.
“Es importante que el festival se haya retomado, porque, además de confraternizar con gente de diversos lugares, aprendemos de ellos”, indica.
El grupo lo conforman 17 personas, incluido un niño de nueve años. Tendrá actuaciones en Pailón, Concepción y en el encuentro chiquitano que cerrará el festival, en San Ignacio de Velasco.
Por otro lado, resulta admirable la fusión de elencos nacionales con otros venidos desde naciones lejanas para presentaciones conjuntas, tales son los casos de la Orquesta Filarmónica de Bolivia con Hannah Strijbos de Países Bajos y del Coro Urubichá con Juilliard415, de Estados Unidos, por nombrar algunas experiencias.