La forma de tocar el violín de Nadja ha sido descrita como “impresionante…” y “locamente virtuosa”. Sin embargo, en el centro de su creación musical se encuentra la comunicación directa con el público, un intercambio que deja tanto al intérprete como al público conmovidos tanto física como emocional e intelectualmente.
Aunque se crió en un hogar académico y científico, ambos padres inculcaron en Nadja y en su hermano un agudo sentido de que el arte y la cultura era lo que unía la vida y dieron una gran importancia al aprendizaje; más específicamente, que la interacción con la música y todo el arte enriquece las conexiones emocionales con toda la humanidad.
Una gran parte de la educación musical de Nadja la pasó como miembro fundador del Kuss Quartett en el Musikgymnasium Carl Philipp Emmanuel Bach. Al inicio del cuarteto, las tres voces superiores intercambiaban roles; esto hizo que, ya en la adolescencia, Nadja se acostumbrara a aprender música como una conversación entre iguales. Este enfoque sigue siendo clave actualmente para su trabajo como líder orquestal.
El deseo de Nadja de sumergirse en una cultura diferente, junto con las oportunidades de viajar que ofreció la caída del muro de Berlín, la llevaron a Londres para realizar estudios de posgrado. Fue mientras estudiaba en la Guildhall School cuando Nadja tuvo su momento damasquino como violinista barroca. Cuando se le pidió que tocara en el ensamble musical para las Vísperas de Monteverdi, inicialmente pensó que la música era demasiado seca y remota para tener algún impacto emocional en ella. Fue una gran revelación: la combinación de instrumentos y voces, de riqueza y claridad, timbres desconocidos y estructuras armónicas fueron inspiradores; el método de trabajo con Christian Curnyn, reuniendo a los músicos en una verdadera colaboración, combinó la emoción de hacer música a gran escala con el enfoque íntimo de un músico de cámara. Estas experiencias continúan orientando la actitud de Nadja como líder del Concierto Inglés, donde desde 2007 ha disfrutado de variados roles como líder, músico de cámara y solista de concierto entre colegas que son tan capaces de dar impulsos musicales como de recibirlos. Desde entonces, complementa este papel con la dirección invitada de otros conjuntos como Le Concert d’Astre, B’Rock, Dunedin Cosort y la Akademie für Alte Musik Berlin.
Como una orgullosa turingia que vive en Leipzig, Nadja se siente muy a gusto con la música de Bach, por lo que estuvo encantada de ser invitada por el director Hans-Christoph Rademann para ayudar a formar y dirigir una nueva orquesta de instrumentos de época para la Bachakademie Stuttgart en 2016. Nadja toca un violín fabricado por David Tecchler de Roma en 1723, año en que Bach comenzó a trabajar como Thomaskantor en Leipzig.
Su primer CD en solitario “Senza Basso” fue lanzado con gran éxito en abril de 2021 por el sello GENUIN de Leipzig.