Mercedes Papu fue protagonista de un hecho inédito, al dirigir a los músicos del ensamble Juilliard415, de la prestigiosa academia estadounidense.
Mercedes Papú nació en Urubichá, aquella población que desde hace más de dos décadas sorprende por la actividad musical que se genera entre sus niños y jóvenes. De entre sus hijos de origen indígena han salido músicos como Héctor Anori, César Cara, Simón Aguape, Adelina Anori y Rodolfo Cuñanguira, por citar algunos.
Mercedes forma parte de esa estirpe que encontró en la música un camino para trascender más allá de las calles de su pueblo. Lo demostró el viernes 22 de abril, cuando protagonizó un hecho inédito en la primera jornada del XIII Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos”.
“Estaba nerviosa, me pregunté si estaba al nivel de ellos”, comenta Mercedes. Y el nerviosismo no era para menos. Esa noche, Robert Mealy, director del ensamble estadounidense Juilliard415, invitó a Mercedes para que dirija al grupo en una parte del concierto que se realizó en la iglesia San Roque, en Santa Cruz de la Sierra.
“Fue un gran reto dirigir a un grupo con tanto prestigio como el de ellos, una experiencia inolvidable”, asegura Mercedes, quien alterna sus actividades como madre de un niño de 9 años con las labores musicales.
“Juilliard suele tener directores invitados en sus presentaciones”, explica Mealy y agrega que la participación de Mercedes fue especial. “Ser dirigidos por una mujer de Urubichá fue, sin duda, un gran honor para nosotros”, complementa el músico estadounidense.
“Estoy muy emocionada y agradecida por la oportunidad que me dieron APAC y la Embajada de Estados Unidos. Es un gran logro que marca un hito en mi carrera”, comenta Mercedes, quien comenzó en la música cuando tenía cinco años. Al igual que sus cinco hermanos mayores, ella pasó por las aulas del Instituto de Formación Artística Coro y Orquesta Urubichá. De los seis hermanos, dos continúa ligados al mundo artístico, ella y Waldo.
Mercedes empezó tocando el clarinete y luego pasó al piano. La interpretación de ambos instrumentos la alternó con su participación en el coro a lo largo de su niñez y adolescencia. Su conexión con la música no concluyó con su etapa colegial, sino que más bien se hizo más sólida.
Ingresó a estudiar música en la Universidad Evangélica Boliviana (le falta la tesis) y comenzó a dirigir y preparar grupos vocales. Fue directora del coro de su universidad y preparadora de los coros de San Xavier, Concepción y Buena Vista. Desde hace un año está a cargo del Coro Urubichá, elenco con el que participa del Festival “Misiones de Chiquitos”.
“Ser parte de este festival es un premio. Que nos inviten a participar y estar rodeados de músicos de tanto prestigio es un logro en la vida de cada uno de nosotros”, agrega Mercedes.